El ambicioso e insensible dirigente del PRI en Veracruz, Marlon Ramírez Marín, no les paga a los trabajadores del instituto tricolor, les adeuda tres quincenas y solo se limita a decirles: «no hay, no estén chinga…, si no están de acuerdo, renuncien». Claro, como él cobra como presidente del priismo y diputado, le vale una pura y dos con sal. Qué poca.