El pasado 13 de febrero del año en curso se dio a conocer un decreto nuevo, el cual fue emitido en el Diario Oficial de la Federación por parte del gobierno mexicano en el que se hablaba del uso y consumo de alimentos transgénicos en territorio nacional, dejando su uso prohibido, dando un margen hasta el 31 de enero del 2024 para lograr en totalidad la sustitución de dicho “alimento”, al igual que las posibles alternativas que pudieren existir para el sano desarrollo.

Claro está que esto no le conviene a los Estados Unidos de América, ya que México es el principal consumidor de maíz, dejando un ambiente de deterioro económico para la nación, ya que ellos utilizan la semilla modificada, y por ende su producto no podría ingresar al país.

Todo esto genera gran desconcierto por parte del gobierno estadounidense, de igual forma que de su comunidad agrícola, ya que con esto queda una producción muy grande sin comprador, a lo que ejercen presión para que México se retracte y se eche para atrás con esta decisión tan importante que se ha tomado.

 A todo esto, ya ha existido una exigencia por parte del presidente de la cámara de medios y arbitrios de Estados Unidos Jason Smith y el presidente del subcomité de comercio, Adrián Smith, los cuales son representantes de la cámara de Estados Unidos.

Quieren enfatizar de manera formal a base del T-MEC y ya dejar de lado las pláticas y peticiones que se han hecho, inclusive se han atrevido a señalar a los secretarios de agricultura y a la representante comercial, por parte de sus legisladores que México no cuenta con bases científicas para poder prohibir su uso, a lo que resulta algo controversial, ya que diferentes estudios demuestran que el glifosato que es un material de los transgénicos genera Cáncer.

Como en todo hay dos lados de la moneda, por uno se encuentra el país de Norteamérica exigiendo respuestas y que México se retracte y por otro se encuentran las instituciones ecológicas y que su objetivo es el cuidado del medio ambiente, entre ellas se encuentra Greenpeace la cual al enterarse de lo que quería realizar nuestro país apoyó rotundamente el decreto ya que en muchas partes del mundo este tipo de semillas afectan a los insectos que se encargan de polinizarlas, y esto es de suma importancia para el desarrollo del ser humano.

 Esto sin duda alguna deja mucho que pensar, sobre todo en las repercusiones que puede sufrir nuestra nación en materia del T-MEC, y como esto puede impactar a su economía en caso de sufrir alguna consecuencia, no obstante, está el impacto a la comunidad, a la salud, al medio ambiente, y de igual forma la oportunidad de aprender nuevas técnicas, y que esto implicaría más trabajo para todos los mexicanos, en todos los ámbitos.