Vaya que la inseguridad y los actos de violencia suscitados en los últimos años en el país ya son la constante. 

Los mexicanos hemos pedido la capacidad de asombro ante tan galopante incertidumbre, ante tanto crimen en todo el territorio mexicano. 

Los hechos lamentables más recientes se inscribieron en los estados de Guanajuato y Jalisco.  

En las últimas horas varios puntos de aquellos estados se vieron afectados por extremos actos vandálicos los cuales prácticamente atemorizaron a la población en ciudades como Irapuato y Celaya, donde los habitantes, a través de las redes sociales, sin mayor empacho de inmediato hicieron público las balaceras e incendios a los comercios establecidos.  

Tiendas de conveniencia fueron los principales objetivos al incendiarlos en pleno centro de Celaya.  

La quema de unidades del transporte público, así como de uso particular también fue el escenario perfecto para atemorizar a la población. 

La detonación de explosivos, en la ciudad de Irapuato, también fue del conocimiento ciudadanos dañando cerca de una docena de tiendas de conveniencia propiedad de una cadena comercial a nivel nacional. 

Como se puede observar el terror no tiene límites, no conoce fronteras los mexicanos venimos padeciendo de inseguridad y todo porque el tabasqueño ha aplicado aquello de “abrazos no balazos”. 

Prácticamente todo el territorio mexicano se encuentra asolado por una gigantesca ola de violencia. 

Estamos prácticamente ya por concluir el cuarto año de mandato presidencial y la situación no mejora, cada día hay más incertidumbre entre la población, a diario crece el temor de salir a trabajar y ya no regresar. 

Sobra decir que el talón de Aquiles del tabasqueño sigue siendo la seguridad, en la mayoría de encuestas serias, el sector peor evaluado es la seguridad. La militarización de las calles, eso que tanto critico el dueño de “La Chingada”, no ha dado resultados. Y, por lo visto ni los dará. 

Es bastante visto que el señor López, no tiene voluntad de proteger a los mexicanos, simple y sencillamente le vale madre la seguridad de las familias mexicanas. 

Su actuar ha sido tan descarado que muy frescamente dio instrucciones a las fuerzas castrenses de no responder a las provocaciones o ataques de los bandoleros.