A los morenistas de Jalisco, la segunda fuerza del estado, se les pusieron los pelos de punta luego de que María Padilla Romo, su diputada en el Congreso del estado, llegara con una camionetota Mercedes Benz a ejecutar su austera legislatura. Pero lo peor estaba por venir:

Resulta que la unidad se la vendía a miniprecio una empresa de Carlos Lomelí. Sí aquel exsuperdelegado a quien AMLO debe la existencia de Morena en Jalisco y cuyo procesamiento en Función Pública le costó el cargo a Irma Eréndira Sandoval.

Pues sí, el austero fue Lomelí que, el mismo día que compró la camioneta, la revendió a la diputada por un precio menor que el que pago. Una ganga

Ya repuestos del espanto, morenistas de diferentes facciones decidieron que lo mejor es denunciar a su legisladora ante las instancias internas del partido. Sí, van por la expulsión.   |  Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.