* El mexicano sería clave al no haber fichajes y la partida de Insigne y Mertens

MARCA

Acaba de llegar a su fin la primera parte de la pretemporada del Napoli. Como de costumbre en los últimos 11 años, el conjunto del sur de Italia estuvo entrenando en las montañas de Dimaro, en la región de Trentino, y ahí Luciano Spalletti pudo estudiar sus jugadores para la temporada 2022-23, conociendo a los nuevos fichajes Mathias Olivera, Kvicha Kvaratskhelia y Leo Ostigard.

Spalletti probó principalmente la vuelta al 4-3-3, que parece ser el parado más apto a las características de sus jugadores, en especial manera con la partida de Lorenzo Insigne y Dries Mertens. Como bien dijo el gerente deportivo, Cristiano Giuntoli, durante la última rueda de prensa, en esta situación Hirving Lozano será protagonista y más allá de la voluntad del club de tenerlo como referente, tampoco han llegado ofertas para el mexicano. No hubo más que sondeos para él.

De esta noticia está contento el técnico Spalletti, que vive una situación inédita para el club. Cuando faltan poco más que 20 días al inicio del nuevo año deportivo (el Napoli debuta en Serie A el próximo 15 de agosto contra al Hellas Verona), todavía faltan refuerzos claves, que serían encima piezas titulares en el equipo. Se trata de un defensor central que tome el rol de Kalidou Koulibaly, sin considerar que el senegalés era uno de los capitanes junto justamente a Insigne y Mertens.

El presidente De Laurentiis, además de Giuntoli, declararon a lo largo del último año que no existen ya jugadores que se consideren imposibles de vender por los problemas financieros que trajo el Covid-19 en el mundo del fútbol, y por esta razón se generó un clima de incertidumbre que afecta tanto al equipo cuanto el entusiasmo de la gente.

El momento clave que hizo estallar la desilusión fue lo que aconteció con Paulo Dybala. El Napoli trató de fichar al argentino, que había quedado como agente libre después de la decisión de la Juventus de no contar con él y entonces no renovarle por más años. Los directivos del Napoli se juntaron con el representante del delantero más veces, pero Dybala finalmente prefirió la Roma. La razón, según lo que detalló Giuntoli, es que ambas partes sintieron de no poderse encontrar de acuerdo en más puntos, pero evidentemente algo más pasó.

La propuesta de la Roma, que finalmente Dybala aceptó, tal vez no fue superior a la del Napoli: una parte fija de 4 millones y medio de euros por 3 temporadas más bonus para llegar a 6 millones de euros totales, manteniendo sus derechos de imagen. Lo que pudo convencerle más es el proyecto que Mourinho le propuso. El Napoli en este momento no tiene todavía un plantel completo y esto no juega a favor del club cuando se sienta a tratar con representantes y jugadores de alto nivel.

¿Qué pasará? Nadie sabe. Lo que se sabe es que hace rato no se escucha la voz del presidente De Laurentiis, que igualmente estuvo en Dimaro y está considerando más opciones de mercado. En los últimos años, de que el productor cinematografico se convirtió en el dueño del Napoli, cada año el equipo mejoró, los resultados también y nunca teniendo problemas económicos. Esto hace esperar que De Laurentiis con su silencio esté ya planeando el futuro, aunque no es más tiempo de ocultarlo a la gente. La insatisfacción tocó niveles inéditos de desaprobación por parte de los hinchas, que podrían manifestarlo alejándose del equipo en los partidos en casa, como ya hicieron en la última temporada, pero también manifestando contra al presidente públicamente.