El Revolucionario Institucional vive sus horas más intensas. El descrédito y el adelgazamiento de la militancia no son consecuencia actual, sino un síntoma que viene padeciendo el PRI desde hace meses. Alejandro Moreno, su líder nacional, intentó contenerlo al aferrarse al cargo, a pesar de que un grupo liderado por exgobernadores pedía su salida. Ahora, el Grupo Parlamentario del PRI respaldó a las diputadas federales que acusan violencia política de género por parte de la gobernadora de Campeche, Layda Sansores, al revelar la supuesta existencia de imágenes íntimas que tendría en su poder Moreno. El verdadero significado de unidad es lo que necesita el PRI para salir de ésta. Aunque lo nieguen, la sacudida es histórica.   |  Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.