Jaime Bonilla, exgobernador de Baja California, está en serios problemas. Fue citado a declarar por una presunta afectación a la hacienda pública en el caso de la fallida construcción de una planta fotovoltaica en el estado. Sus buenas intenciones terminaron en el modelo de obras fachada que únicamente sirven para desaparecer recursos. La investigación se sustenta en un presunto caso de corrupción en la firma del contrato con Next Energy para la construcción de la planta en Mexicali. No era cosa menor. La gobernadora Marina del Pilar Ávila aseguró que este proyecto ponía en riesgo las finanzas estatales. El citatorio, solicitado por el Ministerio Público a un juez de control, involucra a varios de sus funcionarios. ¡Chuza!   |  Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.