* Él tenía 43 años y Pablo, originario de Tlapacoyan, 20 años

* Ambos fueron en busca del sueño norteamericano para ayudar a su familia

Susana García Parra

Xalapa, Ver, 4 de julio de 2022.- “Me duele mucho su muerte, es un pedazo que me han quitado de mi corazón y más por la forma en que murió, asfixiado”, estas son las palabras de Patricia Ortega Jiménez, madre de Jesús Álvarez Ortega, quien salió de casa el pasado 15 de junio en busca del sueño americano.

Sin embargo, tan solo 12 días después, le fueron arrebatas las ilusiones de trabajar y sacar adelante a su mamá, ya que sus restos fueron hallados al interior de un tráiler en San Antonio, Texas, el pasado 27 de junio.

Con el corazón destrozado y lágrimas en el rostro, su madre explicó que él era originario de la congregación de Arroyo Hondo en Misantla, donde trabajaba en el campo y vivía en una vivienda con techo de lámina. Tenía 43 años.

A principios de año, decidió que era momento de irse a Florida a trabajar de albañil para que su madre no tuviera la necesidad de volver a salir a laborar.

“Él se fue para ayudarme, porque ya no quería que yo me fuera a trabajar al corte de uva en Sonora, me dijo: “má, yo me voy a ir para ayudarla, ya no quiero que trabaje en el campo” y yo le deseé que pasara con bien, ahora siento que él se fue con ese pendiente”, expresó.

Con mucho esfuerzo, antes de irse logró regalarle 600 pesos a su hijo, “me dijo que se iba a comprar unos tenis porque no tenía zapatos para irse, no tuve más dinero para darle”. Lo acompañó a la terminal de autobuses, le dio su bendición, se despidió y sin saberlo, se dieron el último abrazo.

Pero Jesús no se fue solo. Su sobrino Pablo Ortega Álvarez también tenía ganas de reunir recursos para sacar adelante a su familia, ya que su esposa estaba embarazada de 3 meses. Él vivía en Tlapacoyan, tenía 20 años de edad.

“Hablamos con ellos el 21 de junio y nos dijeron que ya estaban allá, que estaban contentos, que ya le faltaba un poco para llegar a su destino, pero los abandonaron ahí en el tráiler, ya no aguantaron más y se murieron ahí, ese no era su destino”, expresó Alejandro Álvarez Ortega, tío de Pablo.

A una semana de la tragedia, su familia exige justicia y que a la brevedad les traigan los restos de Jesús y Pablo, quienes se fueron en busca del sueño americano, pero solo encontraron la muerte.

“Queremos que por favor ya me los traigan para darles sepultura, porque pobrecitos, hoy ya tiene 8 días que falleció, quiero que ya me los traigan”.