Que el gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, ya se puso en contacto con el general Luis Cresencio Sandoval, titular de la Defensa Nacional, para que la Secretaría de Seguridad Pública y Tránsito de Culiacán, que dejó apenas el viernes Mauricio García Rodríguez, sea ocupada por un militar en activo y no por el encargado de despacho, Jaime Othoniel Barrón, designado por el alcalde Juan de Dios Gámez Mendívil. Se trata de una maniobra para impedir que el narco se apodere de aquellas oficinas encargadas de combatirlo, solo así se entiende ese manotazo en la mesa. Comenta «Trascendió» de Milenio