Nos comentan que en Morena generó descontento la elección de Amalia Pulido como presidenta del Instituto Electoral del Estado de México, a quien acusaron de afectar la equidad para la contienda en 2023. Sin embargo, los señalamientos no fueron suficientes para reunir votos en su contra en el Consejo General del INE, cuyas consejeras denunciaron que los argumentos estaban cargados de machismo y misoginia, por relacionar sus capacidades a sus vínculos familiares. Hubo morenistas que llegaron incluso a presentar como razón para impedirle convertirse en consejera presidenta del órgano electoral mexiquense el terrible delito de no comulgar con las opiniones del presidente de la República. No son pocos, nos hacen ver, los cuadros de ese partido que ya se muestran convencidos de que diferir del pensamiento presidencial es un impedimento legal para ocupar cargos en organismos autónomos. Por lo pronto, para la elección del próximo año en el bastión priísta por excelencia, los de Morena llegan denunciando trampa antes de que comience el proceso. Todo normal, pues. Publica «Bajo Reserva» de El Universal