Nos hacen ver que, en Colima, en ese pequeño estado en el que nunca pasaba nada, empezaron a pasar cosas, y muy graves, a partir del inicio del gobierno de Indira Vizcaíno. Ayer fue ejecutado un mando de la Policía Municipal de Villa de Álvarez, y no en su jurisdicción, sino en la capital del estado, que por su naturaleza es el municipio más vigilado. Con el crimen de ayer llegó a nueve el número de policías que han sido asesinados en la entidad en lo que va del año. En éste y en otros medios se ha documentado el nivel de violencia que se ha alcanzado en los siete meses que han transcurrido de la actual administración. No sólo han aumentado los homicidios dolosos, sino la saña con la que son cometidos. Es tal la inseguridad, que sicarios en moto pueden con toda libertad matar a un jefe policiaco a plena luz del día. Por su clima y sus playas, Colima era considerado un paraíso mágico. Pero de siete meses a la fecha se ha convertido en un paraíso trágico. Uf. Detalla «Rozones» de La Razón de México