El mayor problema en Nuevo León es el abasto de agua, y en ese tema el gobernador Samuel García no ha dejado de atender uno y otro polos. Lo mismo negocia con empresas para que compartan sus abundantes dotaciones, que concierta con los empresarios para llevar a cabo un plan regulador y, más recientemente, tras las auditorías y clausura de tomas clandestinas, además de las denuncias y sanciones, inició operativos en la entidad para recuperar la mayor cantidad de líquido posible. “Vamos a combatir de frente el agua-chicoleo”, sentenció. Ante la posibilidad de que pudiera haber más tomas clandestinas o robo del vital líquido, pidió cooperación de la sociedad. Madurez, mano firme y control para resolver el conflicto. Es lo que se ve.   |  Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.