Lluvia, alegría y mucha fiesta: así se vive el segundo gran desfile del Carnaval de Veracruz 2025

• A pesar de la llovizna, miles disfrutan con entusiasmo del colorido desfile que recorrió el bulevar jarocho este domingo
Eduardo Guevara
Veracruz, Ver., 29 de junio del 2025.- Ni la lluvia logró apagar el ánimo festivo que se respira este domingo en el Puerto Jarocho. Casi en punto de las 5 de la tarde arrancó el segundo desfile del Carnaval de Veracruz 2025, recorriendo el bulevar en sentido norte a sur, en medio de un ambiente lleno de color, música y tradición.
A pesar de las inclemencias del tiempo, miles de veracruzanos y visitantes decidieron quedarse y vivir la experiencia carnestolenda. Con paraguas, impermeables o simplemente dejándose empapar, el público se mostró firme en su entusiasmo, coreando y aplaudiendo el paso de las comparsas y carros alegóricos que, uno tras otro, continúan desfilando ya entrada la noche.
Entre los momentos más esperados estuvo la aparición de la actriz y reina del carnaval, Adriana Fonseca, quien robó suspiros y ovaciones al desfilar con una enorme sonrisa, saludando a su gente con calidez y carisma.
Por su parte, la artista Brigitte Bozzo se sumó al ambiente, lanzando besos y compartiendo su energía con todos los asistentes.
El desfile, que se mantiene en marcha pasadas las 7 de la noche, ha sido una muestra del trabajo coordinado de cientos de personas. Desde la organización y seguridad, hasta las comparsas, batucadas y diseñadores de los carros alegóricos, todos han aportado su esfuerzo para que esta celebración siga siendo un referente nacional.
A pesar de la persistente llovizna que ha bañado al puerto durante toda la tarde, los ánimos no han decaído. Veracruz demuestra una vez más que su carnaval no se detiene por nada: la fiesta sigue, y con más fuerza que nunca.
> «Llueva, truene o relampaguee, aquí nadie se raja», comentó una asistente mientras bailaba al ritmo de una batucada bajo su sombrilla multicolor.
El Carnaval 2025 continúa y promete más sorpresas en los próximos días. La fiesta, como el espíritu veracruzano, simplemente no se apaga.