Alicia Bárcena, entre las favoritas para suceder a Guterres en la ONU; podría ser la primera mujer en dirigirla

-
La secretaria de Medio Ambiente señaló que apoyará a cualquier mujer que se presente
El Universal
Con el final de la gestión de Antonio Guterres como secretario general de la Organización de las Naciones Unidas (ONU), en 2026, han empezado a sonar nombres sobre quién podría presidir la organización, entre los que destaca Alicia Bárcena, secretaria de Medio Ambiente y Recursos Naturales.
El 1 de enero de 2027 la organización multilateral será dirigida por una nueva persona que, según la teórica rotación regional, procederá de América Latina.
De acuerdo con dicha rotación, también se mencionan otros nombres como el de la costarricense Rebeca Grynspan, la ecuatoriana María Fernanda Espinosa o la expresidenta de Chile Michelle Bachelet, es importante mencionar que tanto Bárcena como todas ellas cuentan con experiencia en organizaciones multilaterales vinculadas a la ONU.
De acuerdo con el medio europeo, Europapress, Bachelet ha reconocido que «quizás» se presente, mientras que Bárcena señaló en una entrevista con Wired que «es tiempo de mujeres», pero sin postularse.
«Apoyaré a cualquier mujer que se presente en esta región«, declaró la titular de Medio Ambiente.
El pasado abril, gran parte de los países de la Comunidad e Estados Latinoamericanos y Caribeños (CEPAL) suscribieron un comunicado donde expresaron que «veían conveniente y relevante» que una persona de la región ocupe la Secretaría General de la ONU en 2027.
Destacaron que, hasta ahora solo un latinoamericano ha tenido «el honor» de presidir la Organización, siendo este el peruano Javier Pérez de Cuellar en el periodo de 1982 y 1991.
En la nota conjunta, de la que se desmarcaron Argentina, Paraguay y Nicaragua, se alude a que «ese cargo nunca ha sido ocupado por una mujer», pero no descartan que la candidatura sea de un hombre, explicó el medio europeo.
¿Cómo se va a elegir al nuevo secretario general de la ONU?
De acuerdo con Naciones Unidas el cargo de Secretario General es de gran importancia por lo que requiere el más alto grado de «eficiencia, competencia e integridad».
Pero, ¿cómo se elige a quien presidirá la organización?
En primera instancia se publica una carta conjunta de las presidencias de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad para señalar oficialmente el inicio del proceso de selección y nombramiento para el puesto de Secretario General.
A continuación, las presidencias de la Asamblea General y del Consejo de Seguridad distribuirán, conjuntamente, entre todos los Estados Miembros y de manera continua los nombres de las personas que se hayan presentado para su consideración como candidatos.
Después, se invitará a las personas candidatas a que presenten una declaración sobre su visión de futuro y a que participen en un diálogo oficioso con los estados miembros.
De conformidad con la Carta, el Consejo de Seguridad formula una recomendación a la Asamblea General; posteriormente esta nombra al Secretario General mediante una resolución.
Organización GWL Voices inicia campaña #MadamSecretaryGeneral
De acuerdo con Europapress, la organización GWL Voices, que aglutina a antiguas dirigentes mundiales, inició la campaña #MadamSecretaryGeneral con el objetivo de reivindicar el cambio definitivo de género. Explicó que esto depende en primera instancia de que los países «presenten candidaturas de las maravillosamente preparadas mujeres que podrían desempeñar este cargo».
En un informe de la organización donde examinó la discriminación que aún persiste en organismos internacionales, destacó que de más de dos mil 800 personas que han sido embajadores nacionales ante la ONU, solo un 7% son mujeres.
«Estamos más convencidas que nunca de que la elección de una secretaria general podría desencadenar una revitalización más profunda de esta institución tan importante y reflejar las esperanzas de las generaciones de hombres y mujeres más jóvenes que reclaman justicia y cooperación en un mundo polarizado», planteó GWL.
Por otro lado, GWL Voices apuntó que «el sistema internacional vive una tensión extraordinaria y que algunos gobiernos no consideran que la paridad de género sea prioritaria entre los distintos intereses en competencia».