Vía e-mail: ¡Una decepción! Violencia laboral e impunidad en la Dirección General de Comunicación Universitaria de la UV a cargo de Norma Trujillo
- Trabajadores denuncian hostigamiento y acoso con la complacencia del rector Martín Aguilar Sánchez
- Se acusa a la directora de favoritismo, abuso de poder y represalias contra empleados
- El personal teme represalias y exige atención a las denuncias archivadas en Recursos Humanos
Xalapa, Ver., 08 de junio de 2025.- «Por medio del presente correo electrónico les solicito a ustedes, de la manera más respetuosa, me puedan apoyar con la publicación de la siguiente denuncia que hacemos varios trabajadores de la Universidad Veracruzana, quienes hemos sido víctimas de violencia, hostigamiento y acoso laboral en la Dirección General de Comunicación Universitaria de la Universidad Veracruzana, con la venia del presente rector Martín Aguilar Sánchez, quien en su plan de trabajo tiene como eje rector los derechos humanos, mismos que no son respetados al interior de la universidad que preside.
Sin más, les agradezco el espacio a la presente denuncia.
En la Dirección de Comunicación de la UV siempre ha existido el pretexto de no haber recursos para mejorar las condiciones laborales y mucho menos las salariales del personal que ahí labora, pero durante esta administración ha sido más que evidente que una cosa es no haber y otra es no querer.
Resulta que la flamante directora Norma “Truquillo” (llamada así por sus artimañas y su personalidad de bruja) hace tres meses contrató a un par de elementos que lleva consigo a todas las giras del rectorcito (como le llaman todos en la universidad, y no por cariño, sino por su diminuta o nula capacidad). Esto ha sido una falta de respeto para el personal del Departamento de Prensa, pues existe personal capacitado para desempeñar esas actividades, con mucho oficio y talento.
Es evidente que algo esconden, y por ello hasta les ha prohibido tener comunicación con los demás integrantes del departamento; incluso les acondicionó un lugar donde antes estaba su asistente, a quien por cierto despidió hace dos años sin motivos sustanciosos.
Tocando el tema de los despidos, también intentó correr a un fotógrafo del departamento, a quien no le quería renovar su contrato hasta que tuvo que intervenir un abogado, no sin antes perjudicar su bolsillo con una quincena que no le pagaron. ¿Será que acaso ya tenían destinado ese lugar para el novio de la Directora de Medios de Comunicación, Susana Castillo Lagos? Un fotógrafo que estaba desempleado.
Y otro caso se presentó en TeleUV, donde el exdirector Hugo Garizurieta violentó a un camarógrafo y la directora tenía conocimiento de ello y jamás hizo nada. Al contrario, lo premiaron con un tiempo completo en la Facultad de Ciencias Administrativas y Sociales.
Pero eso no es todo. La señora, por sus pistolas, ha decidido implementar sus propias reglas y negar la solicitud de días adicionales —a los que el personal de base tiene derecho— si se pegan con fines de semana o días festivos, y además deben solicitarlos con dos o tres días de anticipación. ¡Válgame Dios!
Para variar, al personal eventual cada vez que les toca renovar contrato se las hace cansada y a algunos hasta se les ha llegado a mencionar que no se olviden de su condición de personal eventual, que —a decir de ella— no tienen derecho a nada.
Esto mismo la jefa de prensa, Claudia Peralta, se lo mencionó a una persona solo porque solicitó el pago de horas extras por trabajar fuera de su horario. Las flamantes jefas creen que son dueñas del tiempo del personal y pueden disponer de él cuando se les antoje. ¡Vaya que le ha aprendido muy bien a esa señora!
Es obvio que la señora no conoce los derechos que también tienen estos trabajadores. Cree que la universidad y que ellas están por encima de la Ley Federal del Trabajo.
La señora tampoco puede cambiar el horario de las personas a su antojo, pero ha querido que el personal asista a trabajar fuera de su horario y sin pagarles horas extras, con el argumento de que ellos no tienen ese derecho y que tienen que hacer méritos para conservar su trabajo.
Otros casos son los de personas a quienes, de manera autoritaria, les cambió el horario, obligándolas a checar en otras horas que no coinciden con lo que estipula su contrato de trabajo. Incluso les ha cambiado funciones, como a uno de los choferes de la Dirección de Comunicación, que ahora es auxiliar del administrador.
Pero como siempre, las penurias no son para todos. Hay sus excepciones, como las personas que les sirven de orejas y se ponen de tapete, esas personas que uno no se explica cómo es que no les duele el pecho de tanto arrastrarse.
El caso más sabido es el de su reportero estrella, un tal Carlos Hermida, ese que cubría todos los eventos del señor rector hasta antes de que la señora contratara a su equipo de élite (la reportera y el fotógrafo que lleva para todas partes).
A ese reportero estrella, la flamante directora de comunicación y la ineficiente secretaria particular de Martincito (Sury Sánchez) hasta le consiguieron una audiencia con el señor rector.
Mientras tanto, otras personas desde hace tres años han solicitado una respuesta a un oficio y nunca las quiso recibir la tal Sury Sánchez, esa señora que, junto con la directora de la DGCU, tienen en una burbuja a Martincito.
Pues bien, ojalá y el rectorcito por fin ponga orden y ya le llame la atención a esta señora “Chupitos” Truquillo, esa persona a la que le regaló su título el 7 de septiembre de 2021, apenas una semana después de haber asumido el cargo y quien encabeza todo este maltrato a los trabajadores.
En el departamento de Recursos Humanos existen varias quejas por acoso, hostigamiento y violencia laboral, y las turnan con la inepta Sury, quien al parecer no se las pasa a Martincillo.
¿Será que la señora algo le sabe al rectorcito, o que éste le debe un favor muy grande a la señora “Truquillo” para seguirle aguantando sus… (póngale usted el adjetivo que quiera)?»