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Tic-tac

Mientras el gobernador Miguel Ángel Navarro Quintero sonríe en giras de “proximidad social”, en su tierra florecen campos enteros de amapola como si fueran parte del paisaje agrícola oficial. Tan sólo en El Nayar se erradicaron más de 20 millones de plantas en cuatro meses. ¿Y el gobierno estatal? Bien, gracias. La Marina, a cargo de Raymundo Morales, hace el trabajo, los narcos siembran a gusto y el gobernador observa desde la cómoda distancia del discurso. Nayarit es zona de plantíos ilegales, laboratorio de indiferencia institucional. Navarro permite que la bomba le crezca bajo los pies. Y tarde o temprano va a estallar. | Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.

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