Con Layda Sansores al mando, Campeche se ha vuelto tierra fértil para el crimen. En tres años, los delitos de alto impacto como homicidio doloso, feminicidio, narcomenudeo y extorsión no sólo crecieron, se dispararon. La joya del desastre es Marcela Muñoz, titular de Seguridad, quien enfrenta desde paros policiales hasta protestas feministas y exigencias ciudadanas de renuncia.

Y mientras la violencia sube, Sansores baja la cabeza. Gobernar no es tuitear frases rebeldes desde Casa de Gobierno; es evitar que el miedo se apodere de los ciudadanos. Pero en Campeche, la omisión ya es política de Estado. | Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.