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Cómo elegir el calzado ideal para correr sin molestias

Elegir el calzado adecuado para correr puede marcar la diferencia entre una experiencia placentera y una llena de incomodidades o incluso, de lesiones. Muchas veces, las personas que se inician en el running no le dan la importancia que merece a la elección de las zapatillas, y caen en el error de priorizar el diseño o el precio sin considerar factores esenciales como la amortiguación, el ajuste y la estabilidad.

Unas zapatillas incorrectas pueden provocar dolores en los pies, tobillos y rodillas, así como problemas posturales a largo plazo. No todas las zapatillas sirven para todos los corredores, ya que aspectos como el tipo de pisada, el terreno y la frecuencia de entrenamiento juegan un papel clave en la elección. Por eso, si querés correr sin molestias y aprovechar al máximo cada entrenamiento, es fundamental que prestes atención a los detalles que te vamos a contar en esta guía.

Claves para una elección adecuada de zapatillas de running

Para encontrar las zapatillas ideales para running, es importante considerar varios factores que van más allá de la estética. La tecnología aplicada al calzado deportivo avanzó mucho en las últimas décadas, y hoy en día existen modelos diseñados específicamente para distintos tipos de pisada, peso y necesidades.

Uno de los primeros puntos a evaluar es la amortiguación. Un buen sistema de amortiguación ayuda a absorber el impacto con el suelo y permite reducir considerablemente la presión en las articulaciones. Algunos modelos de Asics, como las Asics Cumulus, son una excelente opción para quienes buscan una zapatilla con buena amortiguación para entrenamientos de media y larga distancia. También es importante fijarse en el tipo de espuma utilizada en la suela, ya que algunas ofrecen mayor retorno de energía, lo que te ayuda a correr con menos esfuerzo.

Otro aspecto clave es la estabilidad. Si sos pronador (tus pies tienden a inclinarse hacia adentro al correr), necesitás una zapatilla con soporte adicional en la parte interna para corregir la pisada. Si, en cambio, sos supinador (tu pie apoya más en la parte externa), te conviene buscar modelos con una estructura más flexible. En estos casos, marcas como Brooks y New Balance ofrecen zapatillas con tecnologías específicas para corregir estos desbalances.

Finalmente, no hay que olvidarse de la transpirabilidad. Es posible que si corrés con los pies calientes y húmedos, se puedan generar ampollas y malestar. Elegí modelos con tejidos ligeros y transpirables que permitan la ventilación y eviten la acumulación de sudor, sobre todo si entrenás en climas cálidos o húmedos.

Consecuencias de elegir la talla incorrecta en zapatillas de running

Uno de los errores más comunes es comprar zapatillas demasiado ajustadas o demasiado grandes, lo que puede generar serias molestias y lesiones con el tiempo.

Si usás zapatillas más chicas de lo necesario, vas a comprimir los dedos y generar presión innecesaria en las uñas, y eso puede derivar en uñas encarnadas o hematomas por el impacto repetitivo. Además, la falta de espacio en la parte delantera impide el movimiento natural del pie, aumentando el riesgo de ampollas y rozaduras.

Por otro lado, si la zapatilla es demasiado grande, tu pie se moverá dentro del calzado, lo que puede provocar inestabilidad y roces constantes. Esto aumenta las posibilidades de torceduras y reduce la eficiencia de tu pisada, ya que el pie no tiene un soporte firme durante cada zancada.

Un truco para elegir la talla correcta es dejar aproximadamente un centímetro de espacio entre el dedo más largo y la punta de la zapatilla. Además, probá siempre las zapatillas con medias deportivas y, si es posible, en el horario de la tarde o noche, cuando los pies están un poco más hinchados por la actividad diaria.

Selección de zapatillas para corredores con problemas de rodilla

Si sufrís dolor en las rodillas al correr, es fundamental elegir zapatillas con un buen sistema de absorción de impacto. La falta de amortiguación adecuada puede hacer que el impacto de cada pisada se traslade directamente a las articulaciones, generando molestias y posibles lesiones a largo plazo.

Las zapatillas con tecnología de espuma de alta densidad o gel ayudan a distribuir mejor la presión y reducen el estrés en las rodillas. Modelos como las Hoka One One Bondi o las Nike ZoomX Invincible son recomendadas para corredores que buscan máxima protección en cada zancada.

Además, si tenés problemas de rodilla, es importante que elijas un calzado con buena estabilidad. Algunos modelos incluyen una base más ancha o refuerzos en la media suela para evitar movimientos laterales excesivos que puedan afectar la alineación de las piernas.

Por último, si el dolor persiste, consultá con un especialista en biomecánica. En algunos casos, la combinación de una buena zapatilla con plantillas personalizadas puede marcar la diferencia y permitirte correr sin molestias.

Diferencias entre zapatillas para entrenamiento y competición

No todas las zapatillas de running están diseñadas para lo mismo. El calzado que usás para entrenar no siempre es el ideal para competir, y viceversa.

Las zapatillas de entrenamiento suelen ser más pesadas, con mayor amortiguación y materiales duraderos. Están diseñadas para soportar sesiones largas y constantes sin perder estabilidad. Algunos modelos del estilo de las Adidas Ultraboost o las Saucony Triumph resultan ser ideales para entrenamientos regulares porque combinan comodidad y durabilidad.

En cambio, las zapatillas de competición son más ligeras y están diseñadas para mejorar el rendimiento en distancias específicas. Suelen tener menos amortiguación y una estructura más reactiva para maximizar la velocidad. Algunas de las más populares entre corredores avanzados son las Nike Vaporfly Next% y las Adidas Adizero Pro, ambas pensadas para reducir el tiempo en carrera.

Si entrenás varias veces por semana y además competís, lo ideal es tener al menos un par de zapatillas para cada uso. Esto va a ayudarte a extender la vida útil de ambos pares y a optimizar el desempeño de cada sesión.

Cómo prolongar la vida útil de tus zapatillas de running

Para que tus zapatillas te duren más tiempo y mantengan sus propiedades, siempre se pueden seguir algunas recomendaciones básicas de mantenimiento.

Como primera recomendación, evitá usarlas para otras actividades. Muchas veces, por comodidad, usamos nuestras zapatillas de running para caminar o ir al gimnasio, pero esto acelera su desgaste y disminuye su rendimiento en carrera.

Segundo, no te olvides de rotar tus zapatillas. Si corrés varios días a la semana, tener dos pares y alternarlos ayuda a que la espuma de la suela recupere su forma y amortiguación, lo que prolonga la vida útil del calzado.

Tercero, mantenelas limpias y secas. Si se mojan, dejalas secar a temperatura ambiente y evitá exponerlas directamente al sol o a fuentes de calor, ya que esto puede deformar los materiales. También es recomendable limpiarlas regularmente con un cepillo suave y agua tibia para eliminar suciedad y residuos.

Finalmente, prestá atención a las señales de desgaste. Si notás que la suela está lisa, la espuma ya no recupera su forma o sentís más impacto al correr, quizás sea el momento de cambiar de zapatillas. En general, se recomienda renovarlas cada 600-800 kilómetros, dependiendo del modelo y el uso que les des.

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