Nos cuentan que en el Senado, personal de Resguardo y Seguridad graba a mujeres sin su consentimiento, bajo el argumento de que son instrucciones de sus jefes para garantizar la protección del recinto legislativo. En los últimos días han llegado denuncias de trabajadoras en ese sentido, que se sienten acosadas por ese uso de los teléfonos y porque se quedan con imágenes suyas, lo cual debería alertar a los senadores si no quieren que les estalle un escándalo, justo en esta coyuntura en que sus compañeros legisladores de la otra Cámara, la de Diputados, hicieron una exhibición de maniobras para proteger a un hombre acusado de violentar a una mujer. ¿Será que el mensaje que se ha propagado es que el acoso está permitido en estos tiempos en el Congreso de la Unión? | Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.