Para la jerarquía católica está en marcha la Semana de la Vida, que tiene la misión de promover la cultura de la vida y no resignarse ante la violencia, como si fuera una fatalidad.
La Iglesia reitera su compromiso de acompañar a las víctimas de las sombras de la muerte y la desesperanza. La paz, sostienen los obispos, no es algo abstracto, se construye con la justicia y la solidaridad.
La semana de la vida es una preparación para la Semana Mayor y la de Pascua y la jerarquía ha querido difundir su visión en esta coyuntura en la que parece que la cultura de la muerte impone condiciones, pero no, por eso la jerarquía asumió un papel protagónico en la campaña sí al desarme, sí a la paz. | Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.