* Se debe identificar la raíz del problema y atacarla de acuerdo a cada región, señaló Merci Esther Pérez

 

Manuela V. Carmona/ corresponsal en Orizaba y municipios de las Altas Montañas

Orizaba, Ver., 14 de marzo del 2025.- El trabajo infantil, especialmente en el sector informal, representa uno de los mayores desafíos para la protección de los menores. Por ello, es necesario abordar este problema desde un enfoque integral que considere las causas históricas y sociales que lo propician, como la pobreza, la exclusión y la marginación, consideró la secretaria ejecutiva del Sistema de Protección Integral de Niñas, Niños y Adolescentes (Sipinna) del Estado de Veracruz, Merci Esther Pérez Arévalo.

Entrevistada durante su visita de trabajo a Orizaba, reconoció que en mercados, tianguis y cruceros es común observar a padres que llevan a sus hijos para que les ayuden en sus labores. “Esto responde a necesidades económicas, pero también a problemáticas familiares y sociales más profundas”, explicó.

Aunque destacó los esfuerzos de la Secretaría del Trabajo y Previsión Social para evitar que los empleadores contraten a menores de edad, señaló que el trabajo informal es más difícil de erradicar, ya que está directamente ligado a la necesidad económica de las familias. “Para reducir y eventualmente eliminar el trabajo infantil, debemos identificar los focos rojos y las características específicas de cada región”, afirmó.

En este sentido, Pérez Arévalo destacó que el Sipinna está implementando una estrategia de coordinación estatal y municipal para generar entornos protectores que salvaguarden la integridad de niñas, niños y adolescentes. “Estamos trabajando en la creación de escuelas protectoras, familias protectoras y espacios seguros. La protección de los menores requiere el esfuerzo conjunto de padres, docentes y autoridades”, subrayó.

Asimismo, la secretaria ejecutiva mencionó que la violencia familiar es uno de los factores que más afectan el desarrollo y la autoestima de los menores. “La violencia no surge de la nada; hay un contexto que la propicia. Por eso, fortalecer los núcleos familiares y promover valores como la responsabilidad son clave para prevenirla”, indicó.

Pérez Arévalo también resaltó la importancia de generar diagnósticos participativos en los municipios para identificar las problemáticas específicas de cada región. “Cada territorio tiene características distintas. Lo que ocurre en Orizaba no es lo mismo que en la capital o en el norte del estado. Por eso, necesitamos intervenciones puntuales y adecuadas a cada contexto”, explicó.

En este sentido, señaló que, según datos preliminares, Veracruz tiene un indicador significativo de niñas y niños en situación de trabajo infantil. Aunque no precisó cifras, adelantó que el Instituto Nacional de Estadística y Geografía (Inegi) está actualizando los indicadores al respecto. “Estamos en un proceso de diagnóstico para obtener información precisa y poder actuar de manera efectiva”, agregó.

Finalmente, indicó que la jornada de trabajo iniciada hoy en Orizaba es la segunda de su tipo en el estado, después de la realizada en Tlilapan. “Las problemáticas sociales están interrelacionadas. La pobreza, la violencia y la desintegración familiar afectan de manera diferenciada a niñas y niños, quienes son más vulnerables que los adultos. Por eso, nuestra tarea es generar entornos que los protejan y les permitan desarrollarse plenamente”, concluyó.