Cuauhtémoc Blanco, aquel ídolo del futbol que cambió los estadios por la política, ahora se indigna porque los periodistas hacen su trabajo. “Es la última vez que les doy entrevista”, amenaza. ¿Tan molesto está con los cuestionamientos? Fácil, que renuncie a la curul y se ahorre el mal rato. Pero, claro, el fuero es un escudo cómodo cuando las acusaciones pesan, y más cuando Margarita González Saravia, gobernadora de Morelos, pide su desafuero. Por cierto, el 18 de marzo se determina si lo pierde. A Blanco le cuesta trabajo enfrentar las preguntas. Sobre todo si la justicia lo sigue tan de cerca… Publica «Frentes Políticos» de Excélsior.