• Detalló que ha padecido esta situación durante los últimos cuatro años, siendo hostigada por sus compañeras

Irineo Pérez Melo 

Río Blanco, Ver., 07 de marzo del 2025.- La empleada de la Comisión Federal de Electricidad (CFE), Maureen Santiago Hernández, denunció ser víctima de acoso laboral, hostigamiento y discriminación por parte de sus compañeros, con la supuesta complicidad de Álvaro Ocaña Pimentel, secretario general de la Sección 33 del Sindicato Único de Trabajadores Electricistas de la República Mexicana (SUTERM).

En una entrevista, la trabajadora de la CFE División Oriente detalló que ha padecido esta situación durante los últimos cuatro años, siendo hostigada por sus compañeras Alma y Laura, quienes le han endilgado sobrenombres despectivos como «indígena», «naca» o «cucaracha». La situación, según denuncia, es fomentada por el propio Ocaña Pimentel.

Maureen, quien tiene 16 años de antigüedad en la CFE y está agremiada al SUTERM, señaló directamente al dirigente sindical como su principal acosador, indicando que la situación comenzó en 2021, cuando Ocaña se enteró de que estaba casada. «Me dijo que con ese estatus ya no le servía», relató.

La denunciante comentó que el hostigamiento y discriminación que vive a diario en su lugar de trabajo proviene de sus compañeras, quienes se sienten protegidas por el dirigente sindical.

«La Comisión Seccional de Honor y Justicia no ha detenido esta problemática. Al contrario, han levantado actas para intentar rescindir mi contrato», acusó Maureen, quien también mencionó que han inventado situaciones para que la empresa le imponga sanciones y pueda perder sus derechos sindicales.

Pese a haber interpuesto múltiples quejas a nivel local a través de oficios y correos, Maureen expresó que no recibió respuesta, por lo que el problema escaló a nivel nacional, dejándola en una situación de indefensión.

«Ahora han elevado esta situación a nivel nacional, presentándome el día 4 de marzo en la Comisión Nacional de Honor y Justicia (del SUTERM), al llegar allí anunciaron que ellos pasarían primero, dejándome afuera. Cuando solicité entrar con mi representante legal, no me permitieron el acceso», denunció la empleada.

Durante la reunión, Ocaña Pimentel se adelantó y se le levantó un acta sin su presencia, recibiendo solo la notificación vía correo. La situación ha afectado su salud física y psicológica, y Maureen responsabiliza al dirigente sindical de lo que pueda sucederle.

Visiblemente afectada por el acoso, Maureen relató situaciones extremas en su lugar de trabajo, como comentarios constantes de sus compañeras, seguimientos al baño, y grabaciones no autorizadas. La situación de aislamiento y persecución se ha vuelto insostenible para ella.

Por ello, Maureen Santiago Hernández decidió proceder legalmente, interponiendo una denuncia ante la Fiscalía General de la República y la Comisión Nacional de Derechos Humanos. Además, hizo un llamado a las autoridades federales y a la Presidenta de la República para que intervengan en su caso, aunque advirtió que teme represalias.

«Hago un llamado a las autoridades federales, a la fiscalía y a la Presidenta de la República para que por favor me apoyen en esta situación, sé que no soy la única trabajadora que está pasando por esto, pero sí sé que soy la única que ha hablado», expresó Maureen.

En el contexto del 8 de marzo, Maureen Santiago Hernández decidió romper el silencio, después de años de confiar en su representación sindical sin recibir apoyo. «En estas fechas del 8 de marzo me siento protegida para poder decir basta, basta de acoso, basta de hostigamiento«, concluyó.