* “Para nosotros, los cristianos, lo más importante es disponernos a vivir un tiempo de desierto espiritual, un tiempo cuaresmal, como se dice más propiamente”, explicó Helkyn Enríquez
Manuela V. Carmona/ corresponsal en Orizaba y municipios de las Altas Montañas
Orizaba, Ver., 05 de marzo del 2025.- Este miércoles 5 de marzo, la Iglesia Católica dio inicio al tiempo santo de la Cuaresma, marcado por el tradicional signo de la ceniza, un símbolo de penitencia y conversión que invita a los fieles a prepararse espiritualmente para la celebración de la Pascua, así lo explicó el vocero de la Diócesis de Orizaba, Helkyn Enríquez Báez.
En entrevista, explicó que la ceniza, obtenida de la incineración de las palmas benditas del Domingo de Ramos del año anterior, tiene sus raíces en el Antiguo Testamento, donde se utilizaba como un signo de arrepentimiento y humildad ante Dios. “La ceniza manifiesta el deseo de conversión que se obtiene con la gracia de Dios”, señaló.
Detalló que la Cuaresma, que comprende cuarenta días, es un periodo de preparación para los misterios centrales de la fe cristiana. “Para nosotros, los cristianos, lo más importante es disponernos a vivir un tiempo de desierto espiritual, un tiempo cuaresmal, como se dice más propiamente”, explicó el vocero.
Agregó que este tiempo es una oportunidad para fortalecer la relación con Dios, con el prójimo y con uno mismo a través de la oración, el ayuno y las obras de caridad, pues este “desierto” simboliza un espacio de introspección y dedicación exclusiva a Dios, en el que los fieles son llamados a profundizar en su vida espiritual y a practicar la caridad como medio para acercarse a los demás.
Finalmente, Enríquez Báez hizo hincapié en que la Cuaresma no es solo un tiempo de sacrificio, sino también de alegría y esperanza, ya que culmina con la celebración de la Pascua, el evento más importante del calendario litúrgico cristiano. “Es un tiempo que nos prepara para celebrar gozosamente el misterio de la Pascua, la resurrección de Cristo”, afirmó.