En el Senado, irónicamente, pasó la ley contra el nepotismo, pero triunfó el nepotismo. La iniciativa presentada por la presidenta contemplaba que en las elecciones de 2027 no podrían participar familiares de los gobernadores o alcaldes salientes, es decir, no podrían entregarle el cargo a su esposa, padres, hijos y hermanos, entre otros parientes. Pero los aliados de Morena, el Partido Verde y el PT, presionaron, y consiguieron que la reforma entre en vigor hasta 2030. Sin embargo, nos hacen ver que la más feliz con la modificación no era la senadora Ruth González Silva, del Partido Verde, quien tiene el camino libre para que su esposo, el gobernador de San Luis Potosí, Ricardo Gallardo, le entregue el mando, aunque ella asegura que no buscará la gubernatura. Los más felices, nos dicen, no eran de los aliados, sino los senadores de Morena, Félix Salgado Macedonio y Saúl Monreal, a quienes les volvió el alma al cuerpo, pues sus dinastías podrán continuar en Guerrero y Zacatecas. La última nepoteada y nos vamos. | Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.
No al nepotismo… bueno, la última y nos vamos
