Roberto Perdomo Chino, el prepotente alcalde de Jalacingo, ha perdido completamente el rumbo. Más preocupado por su imagen en redes sociales y su físico que por gobernar, ha sumido al municipio en un caos administrativo y en una red de corruptelas.
Pero su incompetencia no es lo único alarmante. En los últimos días, Perdomo Chino ha mostrado signos evidentes de autoritarismo y abuso de poder. El pasado 14 de febrero, ordenó a la policía municipal detener a un empleado de base, sin importar que se tratara de una persona con discapacidad. ¿El motivo? El trabajador se negó –en pleno derecho– a participar en la campaña electoral de su hijo, Abraham Martínez Perdomo, quien busca la alcaldía de Jalacingo.
El temor del alcalde es evidente: sabe que su hijo no cuenta con el respaldo popular y que la derrota es inminente. Su frustración lo llevó a ignorar acuerdos previamente establecidos ante el Tribunal de Conciliación y Arbitraje en Xalapa y, en un acto de abuso de poder, ordenó la detención arbitraria del joven trabajador, quien fue trasladado a la comandancia municipal con lujo de prepotencia.
La víctima, Alfonso “N”, empleado de base del Registro Civil, regresó de vacaciones el 6 de enero solo para encontrarse con un oficio que lo reasignaba a una comunidad lejana, una decisión que, dadas sus condiciones de movilidad reducida, le resultaba prácticamente imposible de acatar. Al negarse a obedecer las órdenes del munícipe y a respaldar la candidatura de su hijo, se convirtió en blanco de represalias.
No obstante, el abuso no se detiene ahí. La esposa de Alfonso “N” también ha sido hostigada por elementos de la seguridad pública municipal, quienes han actuado con total prepotencia en su contra.
La situación en Jalacingo es insostenible. Perdomo Chino ha demostrado que está dispuesto a usar el aparato municipal para someter a quienes no se pliegan a sus caprichos políticos. La ciudadanía debe estar alerta y exigir el respeto a los derechos humanos y laborales de los trabajadores, así como el fin del abuso de poder y la represión en el municipio.