La psicología del testimonio, como disciplina especializada dentro de la psicología forense, tuvo sus inicios con estudios pioneros como los del psicólogo Hugo Münsterberg, quien en 1908 publicó su obra “On the witness stand». En la citaba obra, realiza un estudio de la psicología en el ámbito judicial y legal, explorando cómo las percepciones pueden ser alteradas por el estrés, la presión o incluso por la forma en que se formula una pregunta durante un juicio; actualmente la psicología del testimonio sigue evolucionando a un ritmo acelerado en respuesta a los nuevos desafíos que plantea la ciencia forense y los avances tecnológicos, pues los principios y conocimientos de esta disciplina son relevantes y se aplican en diversos aspectos del sistema legal, principalmente en el ámbito penal aun cuando en México no existe una legislación o reglamentación específica que aborde de manera integral la psicología del testimonio.
En estos tiempos, podemos observar avances significativos en técnicas de entrevista, nuevas metodologías y el uso de tecnologías, como la grabación de entrevistas y las simulaciones interactivas, que están reformulando la manera en que los psicólogos evalúan la credibilidad y la memoria de los testigos. Uno de los avances más destacados ha sido la mejora en las técnicas de entrevista, particularmente con el uso de modelos cognitivos más avanzados. Se ha perfeccionado el Modelo de Entrevista Cognitiva, por ejemplo, determinando cuál técnica de recuperación de memoria o incluso, cuál combinación, como la reinstauración mental del contexto y el cambio de perspectiva, es la más efectiva de acuerdo con el sujeto o situación de estudio, disipando una de las mayores preocupaciones en la psicología del testimonio, la confiabilidad de la memoria humana.
En la actualidad, la investigación ha permitido comprender mejor cómo factores como el estrés, la sugestión y la emoción influyen en la precisión de los recuerdos. Nuevas técnicas de evaluación, como el test de veracidad basado en el análisis de microexpresiones son puestas en práctica tomando en consideración la necesidad de considerar el contexto o el estado emocional general del individuo. Se espera que la psicología del testimonio continúe evolucionando hacia la integración de tecnologías aún más avanzadas, como la neurociencia cognitiva y la biometría de voz; sin embargo, estos avances no están exentos de desafíos éticos, como la privacidad, el consentimiento informado y el riesgo de manipulación de los testimonios. Además, aunque la tecnología puede mejorar la precisión y confiabilidad de los testimonios, también es necesario considerar la capacitación constante de los profesionales que trabajan en este campo, para garantizar que las herramientas se utilicen de manera responsable y efectiva.
En conclusión, los avances en la psicología del testimonio en 2025 reflejan una integración más profunda entre las ciencias cognitivas, la tecnología y las metodologías forenses. Con técnicas más sofisticadas para evaluar la memoria, el análisis de la veracidad y el uso de herramientas tecnológicas avanzadas, se está logrando una mejor comprensión de los testimonios humanos.
No obstante, el avance debe ir acompañado de una reflexión ética constante para garantizar que la innovación no interfiera con los derechos fundamentales de los involucrados.