Lamentables sucesos, nos cuentan, han vuelto a sacudir Tabasco, entidad gobernada por el morenista Javier May, y en la que los homicidios, para mal, siguen al alza. Ayer, una familia —el papá, la mamá y un menor— fue hallada muerta en su domicilio en el municipio de Nacajuca. Tenían disparos de arma de fuego. El hecho, del que se desconocen hasta ahora las causas, generó indignación, sobre todo por el caso del pequeño al que le arrebataron la vida, y provocó la movilización de la Guardia Nacional y la policía local. Tabasco se encuentra entre los estados con mayor número de homicidios en 2024. Es, además, el octavo más violento de todo el país. Apenas el mes pasado, el Observatorio Ciudadano Tabasco informó que la entidad ocupa el segundo lugar en materia de secuestros, pues en 2023 hubo un total de 12 mil 798 casos, pero en 2024 éstos se incrementaron a 14 mil 853, un 16.07 por ciento más. El desafío contra el crimen, nos comentan, de pronto parece más grande que la capacidad del gobierno estatal para atenderlo. Ahí los datos. | Se lee en “Rozones” de La Razón.