* Aseguran que no se presentó una orden de cateo y que se violaron sus derechos humanos

* «Me golpearon y me pisaron el cuello mientras exigían droga y armas. Les dije que no sabía, pero no me creyeron», declaró Agustín Sánchez

* «Estábamos todos asustados. No entendíamos por qué nos hacían eso», expresó entre lágrimas una menor de 9 años

 

Manuela V. Carmona/ corresponsal en Orizaba y municipios de las Altas Montañas

Orizaba, Ver., 06 de febrero del 2025.- Familiares de Maribel «N» exigieron este jueves su liberación inmediata, tras denunciar una serie de irregularidades y actos violentos durante su detención, en la que nueve adultos y seis menores de edad fueron agredidos físicamente e incluso amenazados con armas de fuego.

En rueda de prensa, los denunciantes explicaron que los hechos ocurrieron durante un operativo realizado en la madrugada del miércoles por elementos de seguridad y agentes ministeriales. Aseguran que no se presentó una orden de cateo y que se violaron sus derechos humanos.

Detallaron que, alrededor de las 5:00 horas, un grupo de agentes uniformados irrumpió en el domicilio de la familia, ubicado en la colonia Cuarto Barrio, sobre la carretera Camino a Tonalixco, donde Maribel y sus parientes tienen sus casas. En la parte frontal del predio, su padre, Agustín Sánchez García, opera una pequeña tienda, en la que los agentes ingresaron de manera violenta, rompiendo puertas y sustrayendo dinero en efectivo.

«Me tiraron al piso a patadas y uno de ellos me puso el pie en el cuello mientras me preguntaban dónde estaba la droga y las armas. Yo les decía que no sabía de qué me hablaban, pero no me creían», declaró Sánchez García.

Los familiares denunciaron que, durante el operativo, todos los presentes, incluidos menores de edad, fueron golpeados y amenazados con armas largas. Uno de los casos más graves fue el de un adolescente de 15 años, a quien los agentes presionaban para que admitiera que en el lugar se vendían drogas y se almacenaban armas.

Asimismo, una menor de 9 años relató que presenció los hechos y vio cómo su tía Maribel era golpeada, pateada y rociada con agua por los agentes. «Estábamos todos asustados. No entendíamos por qué nos hacían eso», expresó entre lágrimas.

Tras la detención de Maribel, su familia contrató a un abogado para defender su caso; sin embargo, hasta la tarde de este jueves, el litigante denunció que no se le ha permitido tener acceso a su clienta, quien permanece incomunicada. «Esto contraviene sus garantías individuales y la ley. No sabemos de qué delito o delitos se le acusa, pues Maribel es una mujer trabajadora que se dedica a labores domésticas y siempre ha llevado una vida honrada».

La familia exige justicia y una investigación exhaustiva sobre los hechos, así como la liberación inmediata de Maribel, a quien describen como una persona de bien, alejada de cualquier actividad ilícita.