El asesinato de dos niños fue la gota que derramó el vaso el Culiacán. La gente ya no aguantó más y tomó el riesgo de salir a la calle y lanzarse sobre las oficinas del alcalde y del gobernador. Ambos, en esta crisis de seguridad, han sido dos ceros a la izquierda. No ayudan, solo estorban.

El fracaso del gobierno de Sinaloa es inocultable y el blindaje político que se da al gobernador ya está teniendo un costo político alto e injustificado.

Sinaloa no solo está en el epicentro de las preocupaciones nacionales en materia de seguridad, también está en la mira de la nueva administración Trump en Estados Unidos que tiene planes de todo tipo para el estado.

Por esa razón el esclarecimiento del asesinato de los niños y la captura de los culpables es un asunto prioritario. La secretaría de Seguridad del gobierno federal ya está en eso. | Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.