Nos dicen que Martí Batres Guadarrama, director general del ISSSTE, está en búsqueda de las 8 mil personas que tienen pensiones «disparadas». El tema es complejo, pues nos comentan que no han podido dar con todos los derechohabientes, y han tenido que recurrir a citatorios para que puedan explicar cómo pudieron acceder a pensiones de hasta 309 mil pesos mensuales. Lo raro es que en el propio ISSSTE debieran tener sus datos personales para buscarlos. ¿Y si las autoridades del Instituto les suspenden la pensión hasta que no acudan a aclarar su situación? Quizá cuando el “director general adjunto” deje de recibir los 309 mil pesos de su pensión dorada, que cobra mensualmente y de manera religiosa desde hace 23 años, o cuando a la “maestra de jardín de niños” no le caigan a su cuenta los 210 mil 207 pesos que se le pagan desde hace 25 años, aparezcan rápidamente a reclamar su dinero. Como dato interesante, le comentamos que la pensión máxima que la ley otorga a un trabajador del ISSSTE es de unos 34 mil pesos mensuales. | Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.
¿Y los dueños de las pensiones millonarias?
