Nos cuentan que la lista de personajes internacionales invitados a la toma de posesión de Donald Trump el próximo lunes, más que un cuadro de honor es una especie de lista negra. El magnate decidió romper la tradición de Estados Unidos, en la que no se invitaba a las ceremonias de cambio de mando a jefes de Estado. Al primero que extendió la cortesía fue al presidente de China, Xi Jinping, quien rápidamente declinó. Después, don Donald decidió enviar invitación personal a un grupo de jefes de Estado con los que tiene afinidad ideológica, que incluye al iliberal húngaro Viktor Orbán, al populista autoritario indio Narendra Modi, a la ultraderechista italiana Giorgia Meloni, al libertario argentino Javier Milei y al populista derechista salvadoreño Nayib Bukele, además de algunos sin cargo como el expresidente brasileño derechista Jair Bolsonaro, y a los representantes de extrema derecha británico, Nigel Farage, y francés, Eric Zemmour, y como cereza del pastel, al actor ultracatólico mexicano Eduardo Verástegui. Quienes se quejan de que la presidenta Claudia Sheinbaum no fue incluida, nos hacen ver, andan francamente despistados. El supuesto cuadro de honor habla por sí solo. No es un honor… | Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.