México no puede ser la tierra prometida de bandas criminales extranjeras que suponen que aquí, por la fragilidad institucional, harán negocios pingües.

La migración sin control proveniente de varios países sudamericanos ha permitido a delincuentes colombianos y venezolanos, operar en México con la protección de autoridades uniformadas y civiles. Ya hay en el país células de la banda venezolana conocida como Tren de Aragua, que operan de manera descarnada en la trata de personas, negocio que por cierto no puede prosperar sin anuncia policiaca.

Esos delincuentes han cometido delitos graves, asesinatos incluso, por lo que es necesario llevarlos ante la justicia para que se atengan a la consecuencia de sus actos.

Se necesita cooperación real, más allá de los discursos de buena voluntad, con los gobiernos de Venezuela y Colombia, para evitar que nos manden a sus delincuentes. | Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.