Juan Miguel Ramírez, alcalde morenista de Celaya, asegura que no denuncia las amenazas del Cártel de Santa Rosa de Lima porque no confía en la Fiscalía estatal ni en Carlos Zamarripa. Irónico, un edil que teme a quien debería protegerlo. La gobernadora Libia García le extiende la mano para iniciar el proceso, pero él prefiere esperar al próximo fiscal, como si los criminales pausaran su agenda. ¿Y la justicia? Bien, gracias. La inseguridad en Guanajuato ha sido un espectáculo donde los políticos sólo intercambian pretextos. Que la llegada de Libia García marque un antes y un después. Se puede. | Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.