* Más de dos semanas después del incidente, las labores de remoción de escombros avanzan a paso lento debido a las difíciles condiciones climatológicas y la magnitud del derrumbe

 

Manuela V. Carmona/ corresponsal en Orizaba y municipios de las Altas Montañas/Video: Redes sociales

Orizaba, Ver., 09 de noviembre del 2024.- El deslave registrado en la autopista 150D Orizaba-Puebla, a la altura del kilómetro 230, continúa siendo un desafío para las autoridades y un obstáculo para los usuarios de esta vía. Más de dos semanas después del incidente, las labores de remoción de escombros avanzan a paso lento debido a las difíciles condiciones climatológicas y la magnitud del derrumbe.

Según información proporcionada por Caminos y Puentes Federales (CAPUFE), se estima que el volumen de material que obstruye la autopista supera los 130 mil metros cúbicos. A pesar de los esfuerzos de las cuadrillas de trabajo, las constantes lluvias, la neblina y las bajas temperaturas han dificultado las labores de limpieza y remoción.

Por su parte, los conductores han señalado que la montaña tiene acumulaciones de agua de lluvia, lo cual complica las tareas, por lo que se requiere una obra de gran envergadura para garantizar la seguridad de los usuarios.

De acuerdo con los expertos, la rehabilitación de la autopista requerirá estudios exhaustivos y la construcción de obras de contención, como muros gavión, para evitar nuevos deslaves. Se estima que estos trabajos podrían prolongarse durante varios meses, por lo que la reapertura completa de la vía podría no ocurrir antes de finales de febrero de 2025.

Mientras tanto, las autoridades han implementado rutas alternas y filtros de información para los vehículos de carga y pasajeros; sin embargo, estas vías presentan condiciones variables y han generado congestionamientos en algunas zonas.

El cierre de la autopista 150D ha generado diversas afectaciones económicas y sociales en la región, ya que las empresas transportistas han visto incrementados sus costos de operación, mientras que la población en general ha tenido que enfrentar mayores tiempos de traslado y dificultades para acceder a bienes y servicios.

CAPUFE ha enfatizado la importancia de garantizar la seguridad del personal que trabaja en la zona del deslave. Se han implementado medidas de seguridad y se realizan inspecciones periódicas para prevenir accidentes.