* La actividad comienza a las 12 del día del 1 de noviembre y concluye el 2, con una misa en honor a quienes ya no están
* Esta práctica tiene más de 150 años y ha sido transmitida de generación en generación para preservar las costumbres
Áser Oropeza
Xalapa, Ver., 02 de noviembre del 2024.- En La Orduña, en Coatepec, los habitantes guían las almas de sus difuntos al plano terrenal. Para ello, tocan las campanas de la capilla de San Sebastián Mártir durante 24 horas ininterrumpidas, utilizando su sonido para encaminarlas en su visita.
La actividad comienza a las 12 del día del 1 de noviembre y concluye el 2, con una misa en honor a quienes ya no están.
“Van subiendo de dos en dos al campanario de la capilla; una persona toca una campana y la otra toca otra. No puede subir una sola persona, sino que siempre van de a pares. Cada uno toca el tiempo que aguanta; hay quienes logran tocar media hora, una hora, y algunos, porque no hay quien los releve, aguantan un poco más”, explicó Claudia Pérez, del Patronato de la Capilla de San Sebastián Mártir.
“Nos dijeron nuestros abuelos y bisabuelos que el toque de campana era para ayudar a las almas a llegar a nuestros hogares y, posteriormente, regresar a su lugar de descanso. Así es como se ha mantenido la tradición: ayudar al alma a visitar y luego volver”, añadió Elizabeth Rivera Méndez, agente municipal de La Orduña.
La comunidad mencionó que esta tradición tiene más de 150 años y ha sido transmitida de generación en generación para preservar las costumbres.
Según los habitantes, en una hora determinada, el campanero pasa por las casas para recoger alimentos y bebidas para quienes tocan las campanas por la noche, de modo que puedan mantener el ritmo.