El 15 de octubre será cuando liquiden a los pocos trabajadores que quedan en las instalaciones del extinto Partido de la Revolución Democrática, que perdió su registro en los comicios del 2 de junio. Sus sedes, tanto la de la avenida Benjamín Franklin como la de la avenida Monterrey, pasarán a manos del INE, que encabeza Guadalupe Taddei. Nos comentan que al último dirigente nacional del PRD, Jesús Zambrano, no lo quieren ver ni en pintura en los 13 estados en que el partido conserva registro local, porque lo consideran el causante de la debacle. Descanse en paz el partido que hace no mucho fue referente de la izquierda democrática en el país. | Se puede leer en “Bajo Reserva” de El Universal.