Claudia Sheinbaum no teme poner el dedo en la llaga histórica con España, reiterando la exigencia de una disculpa por las atrocidades de la Conquista. Aunque algunos podrían tacharla de innecesaria, su enfoque en el reconocimiento de los pueblos indígenas es coherente con la narrativa de justicia histórica que la 4T y Andrés Manuel López Obrador han defendido desde el inicio. Para Sheinbaum, futura presidenta, el respeto a las identidades indígenas no es sólo retórica, es la base de su proyecto de transformación. Su mensaje a España, aunque incómodo, marca una posición digna para México, sin titubeos ni sumisiones diplomáticas. Audaz y directa. | Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.