Rutilio Escandón, gobernador de Chiapas, recibió el grito de su gente, pero no el que esperaba: “¡Queremos paz!”, rogaron. Mientras ondeaba la bandera en su último Grito de Independencia, la violencia se imponía. En 20 municipios no hubo fiestas, porque los cárteles tienen el control. El CJNG y el del Pacífico pelean por el territorio, dejando una estela de sangre. Escandón enarbola símbolos mientras ignora los gritos de auxilio. Las arengas y repiques de campanas suenan vacíos frente a la cruel realidad. ¿En 2024, cuánta independencia tiene un estado sitiado? | Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.