De no creerse, la verdadera razón por la que Juan Carlos Loera de la Rosa pidió licencia del Senado dejó perpleja a la clase política: casarse no puede esperar. Justo cuando Morena necesita todos sus votos para la aprobación de la crucial reforma judicial, él decide dar el “sí” fuera del Congreso. Mientras Loera celebra con arroz y mariachis, su suplente, Luis Mario Baeza, garantizará que el partido no pierda terreno. Al final, el recién casado volverá cuando todo esté resuelto. Para el senador por Chihuahua, el amor supera la justicia y, de paso, a las urgencias del país. Qué mejor regalo de bodas que dejarles los problemas a otros. Felicidades. | Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.