En el último mitin de Andrés Manuel López Obrador en el Zócalo se respiró nostalgia pura. Con un Zócalo lleno, pero sin la euforia de los días de desafuero o cierres de campaña, ofreció su sexto y último Informe de Gobierno. En dos horas y tres minutos, el Presidente repasó logros y cifras, pero la atmósfera fue más de melancolía que de celebración. Alfonso Durazo, conmovido, recordó cómo los yaquis llevan al Presidente “en sus corazones”. Mara Lezama destacó la inversión histórica en infraestructura, y otros funcionarios subrayaron que los cambios verdaderos toman tiempo. Se cierra un capítulo; el legado apenas comienza. | Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.