Quien ayer mostró que trae buena efectividad de bateo en la región fue el Presidente López Obrador, pues no sólo logró un amplio consenso de naciones de diversas latitudes en la condena al asalto de la embajada de México en Quito, sino también un viraje en los posicionamientos iniciales de los gobiernos de Estados Unidos y Canadá. El mandatario mexicano se había mostrado inconforme con la postura “ambigua”, según dijo, de sus principales socios comerciales y vecinos, Joe Biden y Justin Trudeau, quienes no se sumaron en un principio a la condena más clara y frontal a los hechos como sí lo hicieron naciones latinoamericanas, del Caribe e incluso europeas. AMLO entonces dio a conocer los videos de la embajada. Al día siguiente el consejero de seguridad nacional, Jake Sullivan, condenó los hechos, mientras que ayer Canadá lo hizo a través de un comunicado de su ministerio de Asuntos Exteriores. Ahí el dato. | Se lee en “Rozones” de La Razón.