*Nos dicen que es toxico, pero que no hay otra alternativa: Rodríguez Maceda

 

Manuela V. Carmona/ corresponsal en Orizaba y municipios de las Altas Montañas

Orizaba, Ver.,10 de abril de 2024.- En la incertidumbre se encuentra el sector campesino, sobre el manejo del glifosato, mismo que a pesar de ser una sustancia toxica para quienes lo usan y el medio ambiente, no tiene un sustituto que permita al sector manejar la maleza en las siembras de forma segura, expuso el presidente del Comité Regional Campesino (CRC) de Orizaba Juan Artemio Rodríguez Maceda.

Cuestionado sobre el tema dijo que el sector se mantiene “ignorante” pues poca es la información y capacitación que les llega. “Nosotros tenemos una orientación ignorante en nuestra área agrícola, pocos son los que están preparados, el glifosato durante mucho tiempo se utilizó para el control de las malezas, últimamente se habló de que era altamente tóxico y más que nosotros no lo ocupamos con protección, lo ocupamos así de manera normal, se ha dicho que es muy preocupante porque es muy tóxico en el cuerpo, tanto en la piel, como cuando lo inhala uno, la consecuencia es que puede ser cancerígeno, después nos dijeron que lo habían sacado del campo, luego nos dijeron que sí, que regresaba y ahora nos dicen que de plano no lo pueden retirar”.


Expuso que el uso del glifosato en la agricultura mexicana ha sido un tema de debate en los últimos años, con preocupaciones sobre su impacto en la salud humana y el medio ambiente.

Agregó que la agricultura mexicana depende en gran medida de productos extranjeros, incluyendo el glifosato. «Más del 60 por ciento de lo que consumimos viene del extranjero y el glifosato no es la excepción, y seguirá siendo utilizado mientras no haya alternativas viables».

Reconoció que la sustitución del glifosato sería la mano de obra, pero la realidad es que la mano de obra es costosa. «Un jornalero cobra 300 pesos al día, en comparación, un litro de glifosato cuesta 200 pesos y rinde para tres cuartos de hectárea. Es una decisión difícil para los agricultores».


Externó su preocupación pues les informaron que esta sustancia también tiene un impacto ambiental alto. «Se contamina el agua, la tierra, las aves y la fauna. Sin embargo, no podemos negar la realidad: no tenemos alternativas».

Mientras tanto, dijo que es necesario que las autoridades trabajes de la mano con las empresas agroquímicas para que encuentren alternativas viables al glifosato. «Necesitamos soluciones que sean seguras para la salud humana y el medio ambiente, y que sean accesibles para los pequeños agricultores», concluyó Rodríguez.