Seguramente, aun cuando son múltiples los beneficios, los malestares de la población xalapeña debido a la realización de obra pública, se han hecho públicamente y sin recato. Hasta cierto punto es normal ese sentir, como también debemos entender que no hay de otra. Ya basta de subejercicio como sucedió en el pasado reciente. Ahora las mejoras en las colonias, en las avenidas y en las congregaciones, son toda una realidad nada de discurso ni mentiras.
El trabajo que lleva a cabo la comuna que encabeza Ricardo Ahued, es efectivo, plural y proyectado, nada de luminarias, ni aspavientos. Ya decenas de municipios quisieran un alcalde como Ahued Bardahuil, muchas comarcas anhelan un alcalde honesto, centrado y pensante.
Hay que aguantar vara, no olvidemos que las molestias son temporales, los beneficios permanentes.
Bien.
Por cierto, ese trabajo callado, discreto y efectivo que lleva a cabo la regidora Helen Sarmiento Jaén, en mucho contribuye al desarrollo de nuestra ciudad capital.
Las comisiones a su cargo son atendidas con un alto sentido de responsabilidad, siempre pensando en mejorar la calidad de vida de la población.
Bien por tan amplios y efectivos resultados.