La regla de Donald Trump es humillar a sus rivales. No trata de tener mejores argumentos, presentar ideas diferentes, llegar a conclusiones innovadoras. Nada de eso, lo que busca es humillar y lo disfruta.

Pudo haber rechazado de mil maneras la propuesta de López Obrador de que el gobierno de Estados Unidos invierta en países de América Latina 20 mil millones de dólares para frenar la migración ilegal hacia norteamericana. Pero como quiere que todos vean que no tiene misericordia dijo que él no le dará “ni 10 centavos”.

Si Trump gana la elección y regresa a la Casa Blanca no tendrá tratos con López Obrador, que para entonces tendrá varios meses bronceándose en su finca de Palenque alejado del mundanal ruido.

El problema lo tendrá su sucesora que debe estar tomando nota de lo que le espera. Trump es una pesadilla recurrente que ya les amargó la vida a dos presidentes mexicanos, pero quiere más. | Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.