En Morelos, la pregunta cobra sentido trágico bajo la batuta de Cuauhtémoc Blanco. Ironías del destino, un exfutbolista convertido en gobernador enfrenta ahora rivales que no juegan en canchas, sino en las calles de Cuautla, donde el partido se torna mortal. Escena del día: una fiesta familiar transformada en escenario de horror. Tres víctimas mortales, incluyendo a una inocente de 13 años, y dos heridos. ¿Estrategias? Más bien parecen tácticas de un equipo que desconoce el terreno de juego. Blanco, enfrentando un partido donde el marcador lo pone en desventaja ante la inseguridad. El Cuau pierde por goliza. | Se detalla en “Frentes Políticos” de Excelsior.