El gobernador de Sinaloa, Rubén Rocha, intentó tranquilizar a la población después del secuestro de 66 personas en Culiacán diciendo: “Son cosas que pasan”. Su objetivo es normalizar la violencia.
¿Dónde pasan los secuestros masivos? Pues ocurren en Sinaloa donde los grupos delincuenciales actúan con total impunidad, sin reparar siquiera en la existencia de la policía estatal o municipal. Cuando se tiene que hacer algo lo hacen las fuerzas federales, los locales andan ocupados en otras tareas.
Lo que se dice por allá es que la muerte de Consuelo Loera, madre del Chapo Guzmán, abrió la compuerta para que antiguos agravios al interior de su familia se diriman ahora de manera abierta, a balazos. La plaza se calienta. Viene lo peor a la mitad de las campañas políticas.
La versión en el estado es que el Cartel de Sinaloa tuvo un papel protagónico en la pasada elección, la del 2021, en apoyo de Rocha y los suyos. Acaso por eso el mandatario estatal se esmera en decir que no hay nada de qué preocuparse, esas cosas pasan. | Se destaca en “Pepe Grillo” de La Crónica.