Y tuvieron que ser las Fuerzas Armadas las que acudieran a tratar de sacar de apuros al gobernador morenista de Sinaloa, Rubén Rocha Moya, ante el hecho de que integrantes de familias enteras, incluso con menores, fueran levantadas por presuntos criminales en Culiacán. ¿Qué había dicho al principio el mandatario estatal del tema? Bueno, pues lo siguiente: “No tengan miedo son cosas que ocurren, hay autoridad y no está rebasada. Hay capacidad de reacción y están trabajando los tres niveles de gobierno. Hay un operativo especial, pero no hay necesidad de pedir refuerzos”. Ah, pero poco después él mismo difundió que “hemos sido informados que arriban dos batallones de Fuerzas Especiales, con efectivos de más de 600 elementos, para contribuir en la búsqueda de las personas que fueron reportadas como desaparecidas”. Así que no había necesidad de pedir refuerzos, según él. | Se lee en “Rozones” de La Razón.