Que después del portazo de los normalistas y sus promotores en Palacio Nacional la semana pasada, la policía capitalina volvió a subir la guardia en las inmediaciones del recinto histórico y desde temprano los elementos de seguridad se forman con escudo antimotines en mano para responder a alguna contingencia, y mientras se repara la puerta afectada la calle de Moneda se mantiene con accesos controlados. Ayer, por lo demás, se despintaron las leyendas que dejó el 8-M en el Zócalo. | Se observa en “Trascendió” de Milenio.