Lamentablemente, ayer Sonora dio una muestra más de la crisis de violencia por la que atraviesa, cuando una camioneta de jornaleros agrícolas fue atacada a balazos, con saldo de cuatro muertos y siete lesionados. Este evento ocurrió cuando los sonorenses aún no superaban la estupefacción que provocó la ejecución, un día antes, de dos mujeres y un bebé de dos años de edad. Dos actos de extrema violencia en menos de 24 horas en el estado a cargo del morenista Alfonso Durazo. Los campesinos fueron atacados ayer desde un cerro, tal como ocurrió en contra de trabajadores de la CFE el 6 de septiembre del 2022, con saldo de dos muertos y dos heridos. Los agresores de los electricistas no han sido detenidos, lo que lleva a muchos a pensar que en el caso de los jornaleros y de la familia acribillada también habrá impunidad. | Se lee en “Rozones” de La Razón.